Un nuevo episodio de violencia en Rosario, con disparos contra un edificio en pleno día, agrega preocupación a la creciente inseguridad. A pesar de no haber víctimas, el mensaje intimidatorio hallado en el lugar aumenta la alarma. Este incidente se suma a una serie de actos violentos recientes en la ciudad, en su mayoría vinculados al narcotráfico.

El gobierno nacional ha desplegado fuerzas federales para contener la situación, pero se sospecha que los perpetradores tienen conexiones con líderes del crimen organizado desde la cárcel. Los ataques se interpretan como respuesta a medidas contra los líderes de bandas, como el aumento de seguridad en las prisiones.