El hermano mayor del astro, que quiso ser futbolista, es uno de sus apoyos y consejero, además de manejar varios emprendimientos comerciales, que fue ramificando hacia diferentes rubros
Repentinamente, además de valorar la posibilidad de salir del Barcelona -lo que intentó concretar por esos días con el burofax-, en el verano de 2020 Lionel Messi comenzó a distanciarse del delantero Ansu Fati, con quien obró de protector así como años antes Ronaldinho había hecho con él. El motivo fue haberse enterado de que el joven atacante había decidido abandonar el asesoramiento de su hermano Rodrigo para pasar a la potente escudería del portugués Jorge Mendes, el mismo que lleva la representación de Cristiano Ronaldo, entre otros.
La relación de Lionel Messi con Rodrigo es muy estrecha, casi tanto como con su padre, Jorge, al punto de que su hermano mayor puede aparecer participando en la mayoría de las reuniones decisivas para la firma de un contrato de “La Pulga”, muchas veces opera como su vocero ante los medios de comunicación, y hasta se expresa en redes sociales mofándose de alguna derrota del Real Madrid.
Rodrigo, depositario de la primera ilusión familiar para que uno de sus hijos fuera futbolista, tiene 42 años (nació el 10 de febrero de 1980), es padre de tres hijos (Agustín, Morena y Benjamín) junto a su mujer, María Florencia Parisi, y en algún momento fue uno de los principales vínculos de Lionel, cuando siendo un adolescente recién llegado a Barcelona, parte de su familia (su madre Celia y sus hermanos Matías y María Sol) regresaron a Rosario porque su hermana pequeña no se adaptaba con el catalán en la escuela. Fue allí que el actual capitán de la selección argentina compartió casa con su padre y muchas veces lloraba extrañando a su familia en un rincón de su habitación, como se detalla en el libro “Messi” de Guillem Balagué.
Rodrigo, que ya vivía con su entonces novia y comenzó trabajando de camarero –aún mantiene amigos de aquellos tiempos-, lo recibió muchas veces en su casa y lo cobijó en aquellos momentos, y si Jorge, el padre, es quien maneja más la parte contractual del jugador, el hermano mayor es quien está más cerca del aspecto emocional y el que vivió más de cerca el desengaño de la familia con el actual presidente del Barcelona, Joan Laporta, y quien le recomendó al crack que dejara de lado el corazón y mirara con más frialdad y certeza su futuro como profesional. Es tal la cercanía en la relación que se hizo tatuar en la espalda un motivo con el festejo del gol al Espanyol de diciembre de 2014, en una jornada en la que Lionel marcó tres goles para el 5-1 final en el derby catalán.
Hoy las cosas ya cambiaron mucho y así como Lionel se convirtió en el mejor jugador del mundo, su hermano es un hombre de negocios, aunque siguen compartiendo muchos momentos y los tres hijos del hermano mayor son referentes de los tres de “La Pulga”. Cuando Lionel tuvo a su primer hijo, Thiago, una de sus primeras acciones fue visitar el colegio de sus sobrinos, en la zona alta de la ciudad, generando una recepción impresionante en los alumnos. Con el paso de los años, el crack rosarino prefirió llevar a sus hijos a estudiar a la prestigiosa “Escuela Británica de Barcelona” de Castelldefels, donde tienen su casa, aunque ahora vivan en París.
Fue allí en Castelldefels donde, según distintas versiones periodísticas (provenientes del diario catalán “La Vanguardia” y del sitio “Libertad Digital”), Rodrigo tuvo un incidente de tránsito con su Audi Q7 al apuntar con una pistola a un ciclista al encararse con él en una estación de servicio, pero luego fue absuelto al comprobarse que el arma no era real. También suele ser muy celoso de lo que se publica sobre su hermano y suele ser muy duro con las críticas cuando está en desacuerdo con lo plasmado en los medios o en determinados libros, y más de una vez ha pendido sobre el autor alguna amenaza de juicio.
Actualmente, Rodrigo Messi maneja una carpeta de representación de unos sesenta futbolistas y otros atletas luego de que su empresa “AMB Rosario2016″, de la cual es el único administrador, se uniera desde enero de 2021 a “Kin Sports Management” –que lleva, entre otros, la representación del alemán del Manchester City Ilkay Gündogan-, con el objeto social de “servicios de agencia y representación a profesionales del deporte” y que incluye “las actividades relacionadas con la orientación profesional, y asistencia en negociaciones”, según figura hoy en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), y con sede en la avenida Diagonal 682 de Barcelona.
En un comunicado de prensa, las dos partes anunciaron que el vínculo nace de “su afán por ampliar su negocio de representación de fútbol en Europa y América Latina”. Explican que “desde Barcelona, Rodrigo Messi asumirá un importante rol de liderazgo en la división de fútbol de KIN Partners y se encargará de ampliar la red de talentos existente de la agencia en Europa y América Latina”.
Por su parte, Simón Oliveira, el director general de “KIN Partners”, comentó sobre esta alianza que “la experiencia de Rodrigo en hacer que el éxito del jugador más importante del mundo se extendiera fuera del terreno de juego aporta un conocimiento, una visión y una credibilidad increíble a nuestro negocio de representación de talentos de cara a nuestros planes de expansión a nuevos mercados. Sus contactos, relaciones y visión le han llevado a firmar algunos de los acuerdos de patrocinio más importantes de la historia del fútbol y estamos encantados de que se una a la familia de KIN Partners, donde esperamos trabajar juntos para hacer crecer nuestra red de talentos actual”. El hermano mayor de los Messi acercó a “KIN Partners” a Konrad de la Fuente, estadounidense de las divisiones inferiores del Barcelona que ahora juega para el Olympiacos de Grecia, y a Kays Ruiz, del PSG, al Barcelona B.
Pero los negocios de Rodrigo Messi se extienden hacia otras actividades. Está vinculado a “Limecu España 2010″ (”Limecu” es el acrónimo de Lionel Messi Cuccittini), una sociedad creada para canalizar inversiones inmobiliarias, según consta en el Registro Mercantil, la familia del jugador fue aportando capital de forma paulatina y constituida en abril de 2010 con él y su padre como administradores solidarios. Y por supuesto, también está vinculado a “Explotaciones Rosotel”, empresa dedicada a la gestión de establecimientos hoteleros.
Es conocido, también, el gusto de Rodrigo Messi por la gastronomía, y en 2016 se decidió a abrir el restaurante “Bellavista del Jardín del norte” en pleno centro de Barcelona, en la calle Enric Granados 86, a donde alguna vez invitó a todo el plantel de la selección argentina.
Fue el resultado de la alianza empresarial con los hermanos restauradores Juan Carlos, Borja y Pedro Iglesias, dueños de las marisquerías “Rías de Galicia”, “La Cañota” y “Espai Kru”, y socios de los hermanos Adriá en la mayor parte de sus emprendimientos. Este restaurante pretendía rendir un homenaje a un pueblo y tampoco es casual, sabiendo la preferencia de su hermano futbolista, que el plato principal sea milanesa a la napolitana, a caballo. El local tenía un metegol en la entrada y la idea era agregarle máquinas recreativas, trofeos, y hasta una plaza interior y una churrería.
Sin embargo, el establecimiento de mil metros cuadrados se recicló, según dijeron sus socios, para adecuarlo a otras actividades. Desde la dirección del restaurante se emitió entonces un comunicado en el que se anunciaba que “se han venido recibiendo múltiples solicitudes para albergar actividades y actos privados, tales como eventos de empresa y celebraciones particulares por las características del local” y se agradeció a los clientes “por su fidelidad y apoyo”.
Sin embargo, los hermanos Iglesias, socios de Messi, no ocultaron que pese a arrancar con éxito y estar orgullosos del nivel gastronómico avanzado, el restaurante estaba dando pérdidas. “La turismofobia, la crisis, los atentados, el aumento brutal de la inseguridad ciudadana, la política… El problema es cuando todo eso se convierte en una tendencia”, ensayaron como explicación de lo sucedido.
El rol de Rodrigo Messi en las empresas de la familia se fue intensificando desde 2015, cuando su padre, Jorge, fue abandonando el cargo de administrador de todas las sociedades, especialmente después del problema fiscal con la Justicia de Barcelona.
Además de estar pendiente de los negocios de su hermano futbolista, Rodrigo también tiene otro costado social, porque lidera la “Fundación Leo Messi”, que se encarga de apoyar la educación de los niños y de esta forma, ayudarlos en su futuro.
f: Infobae