En Bolivia, especialistas tomaron muestras en cinco sitios del río Pilcomayo y encontraron niveles preocupantes de mercurio y plomo en ejemplares de sábalos. Los contenidos de mercurio oscilan entre 0,55 y 0,81 mg/kg, superando el límite permisible de 0,5 mg/kg establecido por la Organización Mundial de la Salud. Además, la presencia de plomo también es alta, superando el límite de 0,2 mg/kg.

Debido a estos altos niveles de mercurio y plomo, las autoridades recomendaron que el pescado sábalo no sea consumido por poblaciones de riesgo, como mujeres embarazadas y niños. La situación es alarmante y se ha notificado a las entidades subnacionales sobre el peligro del consumo en la población afectada. El río Pilcomayo nace en Bolivia y desemboca en Argentina y Paraguay, por lo que la problemática afecta a múltiples países.