Javier Milei decidió desplazar a Ignacio Yacobucci de la presidencia de la Unidad de Información Financiera (UIF), el organismo encargado de investigar delitos como lavado de dinero, financiamiento al narcotráfico y corrupción. Su lugar será ocupado por el fiscal federal Paul Starc. Desde la Casa Rosada confirmaron la decisión y argumentaron que responde a cuestionamientos por «mala gestión» y «gastos innecesarios», aunque desde la UIF señalan que las tensiones surgieron por las querellas iniciadas contra figuras del kirchnerismo.

Entre las acciones más destacadas de Yacobucci figuran denuncias contra Martín Insaurralde por lavado de dinero, una apelación para reabrir una causa de enriquecimiento ilícito contra Cristina Kirchner, y pedidos de decomiso de bienes vinculados a Daniel Muñoz, exsecretario privado de Néstor Kirchner. Estas iniciativas habrían generado choques con altos funcionarios del gobierno, quienes consideran que la UIF no debería actuar como querellante en causas de corrupción, siguiendo la postura de que esa labor corresponde exclusivamente a fiscales y jueces.

El conflicto en la UIF no es reciente. Previamente, el vicepresidente del organismo, Manuel Tessio, había sido despedido tras presentar una denuncia contra Insaurralde. Yacobucci continuó con la querella, lo que intensificó las tensiones con la administración Milei. A pesar de las críticas, la Cámara Federal respaldó varias de las apelaciones de la UIF bajo la gestión de Yacobucci, incluyendo la reapertura de investigaciones y decomisos de bienes en casos emblemáticos.

La decisión de remover a Yacobucci también está vinculada a discrepancias sobre el enfoque del organismo. Durante el gobierno de Milei, la UIF pasó de estar bajo la órbita del Ministerio de Economía al de Justicia. Además, su presupuesto sufrió recortes significativos, afectando áreas clave como la Dirección de Litigios Penales. Esto ocurrió en un contexto en el que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) evaluó favorablemente las acciones del organismo, pero advirtió sobre posibles riesgos futuros.

El nombramiento de Paul Starc como nuevo titular de la UIF marca un cambio estratégico en la gestión del organismo. Su experiencia como fiscal federal será clave para cumplir con los estándares internacionales en la lucha contra el lavado de dinero, aunque su llegada también es vista como una maniobra política dentro del gobierno. Con este cambio, el gobierno busca equilibrar las críticas internas y externas, mientras enfrenta desafíos vinculados a la transparencia y la eficiencia en la gestión de la UIF.