Lucas Magnano, recientemente electo presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), planteó los desafíos del sector agropecuario durante su primera conferencia como líder de la organización. Oriundo de Santa Fe, Magnano asumirá el mandato hasta 2026, enfatizando la necesidad de políticas claras que permitan el crecimiento económico del país. Magnano subrayó la urgencia de reducir las retenciones al sector agropecuario: «Las retenciones son un tema que, más tarde o más temprano, tendrán que bajar. Esa sería una señal fundamental para fomentar el crecimiento».
El dirigente también criticó la alta carga fiscal que enfrentan los productores, señalando la necesidad de un esfuerzo conjunto entre gobiernos nacionales, provinciales y municipales para aliviar la presión impositiva. Destacó que el sector necesita condiciones económicas que permitan su subsistencia y rentabilidad. A pesar de los desafíos, el sector agropecuario mostró signos de recuperación en noviembre. El complejo oleaginoso-cerealero registró ingresos por 1.999 millones de dólares, un incremento del 99% respecto al mismo mes de 2023. Sin embargo, persisten problemas como la capacidad ociosa y márgenes negativos en las exportaciones de granos y la industria aceitera.
Magnano remarcó que el deterioro del sector no es responsabilidad exclusiva de una sola parte, sino el resultado de políticas económicas que han incrementado los costos y reducido la rentabilidad del productor. Hizo un llamado a un esfuerzo conjunto para mejorar las condiciones del agro: «Nuestra suerte está cantada si esto no se modifica en un corto plazo». El futuro del agro argentino dependerá de políticas económicas que impulsen su desarrollo, mientras el sector continúa siendo un pilar clave para la generación de divisas en el país.