El presidente Javier Milei descartó la posibilidad de realizar un plebiscito para avanzar con sus reformas políticas, económicas y sociales tras la caída de la Ley Ómnibus. En lugar de ello, señaló que el objetivo era dejar en evidencia a los diputados nacionales «traidores» que buscaron una banca en el Congreso bajo la bandera del cambio. Esto marca el cierre del diálogo con los gobernadores y el Congreso, con amenazas de gobernar por decreto y presiones con la posibilidad de un plebiscito.
Mientras tanto, se prevé un encuentro con la primera ministra italiana Giorgia Meloni y una reunión privada con el papa Francisco en el Vaticano. La situación política se vuelve más tensa, con el anuncio de más ajustes por parte del ministro Luis Caputo.