La falta de mantenimiento y la paralización de obras públicas en rutas nacionales han generado un fuerte reclamo por parte de los gobernadores provinciales, quienes buscan asumir el control de estas infraestructuras para garantizar la conectividad, seguridad y desarrollo productivo.

En Santa Fe, el gobernador Maximiliano Pullaro destacó la inversión récord de su provincia en obra pública, asegurando que superó ampliamente la del Estado nacional. Durante el inicio de las obras del tercer carril de la Autopista Rosario-Santa Fe, Pullaro subrayó la importancia de garantizar la accesibilidad para los más de 38.000 usuarios diarios y afirmó que Santa Fe tiene los recursos necesarios para gestionar estas infraestructuras, si Nación cede el control.

Reclamos similares en otras provincias

En Entre Ríos, el gobernador Rogelio Frigerio anunció un ambicioso plan de mantenimiento vial con una inversión de $240 mil millones para cubrir el deterioro de las rutas provinciales. Frigerio busca contrarrestar los efectos de la parálisis nacional, que afecta tanto a la conectividad como a los costos logísticos de la producción agrícola y ganadera.

En Mendoza, Alfredo Cornejo expresó su preocupación por el estado de la Ruta Nacional 7, que conecta con Chile. La falta de inversión ha generado largos atascos y accidentes frecuentes. El gobierno mendocino exige que Nación transfiera el control de este paso fronterizo clave, mientras señala que las obras iniciadas datan de la gestión de Mauricio Macri.

En Misiones, la Confederación Económica de Misiones (CEM) y la Cámara Argentina de Comercio (CAC) se sumaron a los reclamos, destacando el deterioro de las rutas nacionales 12 y 14, claves para la conectividad logística del Mercosur. Ambas entidades han solicitado a Nación que priorice estas obras, ya que el estado actual afecta gravemente la economía y eleva los costos de transporte.

La respuesta del gobierno nacional

Frente a estos reclamos, el gobierno de Javier Milei ha manifestado su intención de licitar algunas obras en los próximos seis meses, según el ministro de Economía Luis Caputo. Sin embargo, las provincias exigen no solo la reactivación inmediata de proyectos detenidos, sino también el traspaso de rutas y obras pendientes para gestionarlas con fondos propios.

El deterioro de las rutas nacionales no solo afecta la seguridad vial, sino que también limita el crecimiento económico y productivo de las regiones. Las provincias, ante la falta de respuesta, buscan tomar las riendas para garantizar el desarrollo de sus territorios. ¿Será este el inicio de un cambio en la gestión de la obra pública en Argentina?