Este viernes por la mañana (hora local), Israel llevó a cabo una operación militar en Irán en represalia por los ataques con drones del sábado pasado. La ofensiva tuvo lugar cerca de Isfahán, donde Teherán mantiene una base militar y programas nucleares.
La información inicial fue difundida por la cadena ABC News y posteriormente confirmada por Irán. Según fuentes oficiales de Israel, la operación no tuvo como objetivo instalaciones civiles ni nucleares.
La Agencia Internacional de Energía Atómica, dirigida por el argentino Rafael Grossi, informó que las centrales nucleares no sufrieron daños y pidió «moderación extrema a todos», subrayando que «las instalaciones nucleares nunca deben ser blanco en conflictos militares».
Varias aerolíneas, como Emirates y FlyDubai, desviaron rutas sobre el oeste iraní durante la madrugada, y se emitieron advertencias sugiriendo que el espacio aéreo podría haber estado cerrado.
La agencia oficial de prensa iraní (Irna) afirmó: «Los informes indican que no hubo daños importantes ni explosiones generalizadas como resultado del ataque aéreo».
Según ABC, un funcionario de Estados Unidos informó que Israel lanzó misiles contra Irán en respuesta al ataque con 300 drones y misiles realizado por Teherán el sábado 13, el cual fue interceptado.
Este suceso ocurre en un momento de máxima tensión en Medio Oriente, con preocupación por la escalada del conflicto. El jueves, la ONU advirtió que «Oriente Medio está al borde de un precipicio«.
En esta línea, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, comentó: «Estamos al borde de una guerra en Oriente Medio que tendrá repercusiones en todo el mundo».