Después de tres meses de negociaciones, el FMI ha enviado la primera señal de que la quinta revisión del acuerdo con Argentina está encaminada a concretarse. Sin embargo, aún quedan pendientes una serie de pasos para sellar las condiciones del entendimiento.
El Gobierno argentino implementará una serie de medidas para frenar el drenaje de reservas y mejorar la recaudación. Entre ellas, se unificará el dólar solidario o ahorro y la tarjeta, con un recargo del 75% (30% del Impuesto PAÍS y 45% del adelanto a cuenta de Ganancias), lo que encarecerá el tipo de cambio destinado al atesoramiento.
Además, se incrementará el alcance del Impuesto PAÍS sobre las importaciones de bienes y servicios, y se lanzará un tipo de cambio a $340 para las economías regionales, como el sorgo, girasol y maíz, para fomentar las exportaciones hasta el 31 de agosto.
Estas medidas son relevantes en el marco de la renegociación de la deuda con el FMI. El organismo multilateral había hablado de una posible devaluación y ajuste fiscal como condiciones para cumplir con el acuerdo, pero el Gobierno argentino buscó una medida más moderada.
Aunque se ha alcanzado un «principio de acuerdo» con el FMI, aún deben cerrarse los términos técnicos y luego obtener la aprobación del director ejecutivo del organismo. El tiempo es ajustado ya que el 31 de julio el FMI entra en receso y Argentina debe afrontar pagos por US$2600 millones ese mismo día, y otros US$800 millones a principios de agosto. Se espera evitar el uso de los fondos del swap con China para pagar los próximos vencimientos.