En 2023, la población carcelaria en Argentina aumentó un 6% en comparación con el año anterior, alcanzando un total de 125.041 personas detenidas en cárceles, comisarías, destacamentos de seguridad y bajo prisión domiciliaria. Estos datos provienen del último informe del Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena (SNNEP), realizado por el Ministerio de Justicia de la Nación, que detalla las condiciones y características de quienes se encuentran privados de libertad en todo el país.

El sistema penitenciario enfrenta una alarmante sobrepoblación del 20,5%, un aumento respecto al 18,5% registrado en 2022, aunque levemente inferior al 22,9% de 2019. La situación es particularmente grave en la provincia de Buenos Aires, que alberga casi la mitad de la población carcelaria del país. Allí, el número de detenidos en 2023 llegó a 51.904, en comparación con los 47.945 del año anterior.

Según el informe, de los 125.041 detenidos, 111.967 se encuentran en prisiones, 13.074 en comisarías o destacamentos, y 11.990 bajo monitoreo electrónico o prisión domiciliaria. Este es el número más alto desde que comenzaron los relevamientos en 2002. La tendencia general ha mostrado un aumento constante en la población penitenciaria, con solo tres años de excepción: 2006, 2007 y 2020, este último influenciado por la pandemia de COVID-19.

El análisis demográfico revela que el 94% de los detenidos son argentinos y el 96% son hombres. Además, el 58,3% de ellos tiene una condena, consolidando un cambio observado desde 2016, cuando por primera vez hubo más condenados que personas en prisión preventiva. La mayoría de las condenas, entre tres y nueve años, se relacionan con delitos como robo, abuso sexual, homicidio y narcotráfico.

En cuanto al perfil socioeconómico, el 60% de los detenidos no completó la educación primaria y el 54% tiene menos de 35 años. Solo el 17% participó en programas de capacitación laboral durante 2023, mientras que el 48% accedió a educación. Un dato relevante es que 70 mujeres viven en prisión con sus hijos, cifra estable en los últimos tres años, pero mucho menor que los más de 100 casos anuales registrados entre 2002 y 2019.

En términos regionales, la tasa de 240 detenidos por cada 100.000 habitantes coloca a Argentina en el promedio de América Latina, con una diferencia notable frente a países como Estados Unidos, con una tasa de 531, y Japón, con solo 33. La capacidad insuficiente de los centros penitenciarios sigue siendo un desafío importante, sin acompañar el crecimiento de la población detenida.