Ayer, la Secretaría de Comercio fijó nuevos precios de referencia sin impuestos de la harina a la salida del molino. Las bolsas de 25 kilogramos quedaron en $1.472 para la harina 000 y en $1.767 para el tipo 0000; en tanto que para la harina tapera y semolín se fijó en $1.914.

Para  la tonelada, se estableció en $57.776 para la harina 000 y en $ 69.355 para la 0000; y para tapera y semolín $75.124. La región del NOA debe sumarle a esos nuevos precios un 7% de impuestos por costos logísticos.

En ese contexto, el presidente de la Cámara de Panaderos de Salta, Daniel Romano, indicó por el programa Hora de Voces que el valor actual sugerido del kilo del pan está $360 y que “tratarán como sea” de sostener el valor, pero explicó que el aumento de la harina fijado ayer responde al proceso inflacionario del país, con lo cual el pan debería “readecuarse cada dos meses” siguiendo la misma línea.

Sumado a ello, preocupa la situación del aumento del trigo como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania. Al inicio de la guerra y con la disparada del trigo, el gobierno nacional decidió constituir un fideicomiso donde se le cobra un impuesto a la harina y al aceite de soja a las cerealeras para subsidiar la compra de los molinos de trigo. Sin embargo, solo hay entre 15 y 20 molinos adheridos a este fideicomiso por lo que “no se llega a todas las panaderías, pero si a bastantes”.

“Cuando parecía que la guerra estaba llegando a su fin, incluso se habló con Rusia y Ucrania para bajar el precio del trigo internacional, eso no sucedió y ahora está peor la guerra. De nuevo, ayer el trigo cotizo a 59 mil”, dijo.

El fideicomiso tiene un final previsto el 31 de diciembre, pero ante el agravamiento de la situación internacional los panaderos solicitan al gobierno nacional que lo mantenga por seis meses más, para poder sostener los valores del pan, sufriendo aumentos por la inflación propia del país y no sumarle a ello la inflación del más del 100% del trigo.

El gobierno nacional permite a través del fideicomiso que las readecuaciones de precios sean en base a la escalada inflacionaria argentina. Es decir, cada dos meses el sector debe reconfigurar precios en base a la inflación acumulada de los meses pasados.

Sin embargo de caerse el contrato entre los panaderos y la Nación, el sector vería relejados aumentos en la importación de insumos de más del 100%, lo que conllevaría a una disparada del precio del pan. El fideicomiso tiene fecha pactada para finalizar (31 de diciembre), si Argentina no prorroga el acuerdo, se prevé que los precios de los productos panificados tengan subas al doble de su valor.

f:Nuevo Diario de Salta