El ministro de Economía, Sergio Massa, propuso un bono de $60.000 en dos cuotas para mitigar el impacto de la devaluación en los trabajadores estatales nacionales, invitando a gobernadores e intendentes a unirse al esfuerzo. Sin embargo, al menos diez gobernadores provinciales se han negado a sumarse, lo que podría reducir el impacto de la medida. Algunos interpretan esta negativa como una falta de respaldo a la candidatura presidencial de Massa.

La carga de la responsabilidad se ha vuelto hacia los gobernadores y se espera que ellos decidan si pueden afrontar el costo del bono en un año electoral crucial. Si los gobernadores no se suman, el impacto de la medida podría diluirse, especialmente en las regiones más dependientes del empleo público.

Algunas provincias ya han rechazado la idea debido a diversas razones, como haber otorgado bonos previamente o no estar en condiciones de hacerlo. Otras aún no han confirmado su posición. Algunos consideran que la propuesta de Massa busca también apoyo en las elecciones legislativas y construir un Congreso que obtenga respalde sus proyectos.