Ante el debate sobre la dolarización de la economía argentina impulsada por la crisis cambiaria y las propuestas del candidato presidencial Javier Milei, es importante conocer las distintas posturas de los expertos en la materia.
Por supuesto, existen posturas firmes y definidas, por un lado, como la de Milei, Emilio Ocampo, Nicolás Cachanosky y Alfredo Romano, y por otro, figuras como Eduardo Levy Yeyati, Marina Dal Poggetto y Hernán Lacunza. Sin embargo, también hay matices, no solo entre aquellos a favor o en contra de la dolarización, sino también en relación a los plazos necesarios para llevarla a cabo ya las herramientas complementarias que podrían ser necesarias.
En la discusión económica actual, se plantea un debate entre dos enfoques: el «gradualismo» y el «shock«, en relación a la posibilidad de implementar un nuevo régimen monetario y cambiario en Argentina. Este debate también se hace presente en la discusión sobre la dolarización de la economía, en donde se plantean posturas encontradas y matices dentro de cada posición.
Por un lado, están aquellos que defienden la dolarización de forma tajante, como Javier Milei, Emilio Ocampo, Nicolás Cachanosky y Alfredo Romano; y por otro, están quienes se oponen o proponen matices, como Eduardo Levy Yeyati, Marina Dal Poggetto y Hernán Lacunza. Además, se discute sobre los tiempos y las herramientas necesarias para implementar un nuevo régimen monetario y cambiario.
Domingo Cavallo ha sido una figura clave en la discusión sobre la dolarización de la economía argentina, señalando que una dolarización inmediata no es factible, pero podría preferir en el futuro cuando se unifique el tipo de cambio y se recuperen las reservas del BCRA. Horacio Liendo, uno de los arquitectos de la convertibilidad, por su parte, defiende la idea de permitir la circulación del peso y el dólar en paralelo y permitir los contratos en moneda extranjera. En resumen, existe una variedad de opiniones y matices en torno a la dolarización, incluyendo debates sobre el gradualismo versus el shock.
A favor encontramos a Javier Mile, que es el principal impulsor de la dolarización y ha aumentado su creencia de que, aunque la transición puede ser difícil y llevar dos años para completarse, los salarios empezarán a aumentar en dólares inmediatamente. Para lograr este cambio, proponer la eliminación del Banco Central y la adopción de una moneda de curso legal extranjera, lo que, según él, acabaría con la inflación y permitiría el acceso a créditos más baratos.
Nicolás Cachanosky, también expreso su opinión a favor. Él considera que no se puede renunciar a algo que no se tiene. Según su opinión, es más importante tener acceso a la moneda que demanda el mercado, que tener acceso a un emisor de moneda que nadie quiere. Para él, cuando el Banco Central ofrece liquidez, alimenta la crisis cambiaria y puede desencadenar un proceso hiperinflacionario. Además, opina que el BCRA es un deudor de primera instancia del sistema financiero y que el FMI es el verdadero prestamista de última instancia.
Una de las opiniones en contra es la de Marina Dal Poggetto, la líder de ECO GO, que afirmó que las soluciones rápidas no son efectivas ni existen. En su opinión, la dolarización es una de las opciones mágicas que no solucionará los problemas económicos del país. Además, según ella, no es posible obtener el financiamiento necesario para llevar a cabo una transformación monetaria porque Argentina no tiene acceso a esa forma de endeudamiento. Por lo tanto, algunos economistas proponen emitir una deuda por USD 70.000 millones, lo que representa un aumento del 80% en la deuda actual del país. Además, se espera que este endeudamiento se realice a un tipo de cambio mucho más alto que el actual.