Las principales petroleras privadas han informado al Gobierno que no podrán cumplir con el acuerdo de precios firmado hace 60 días y que cancelarán los precios de los combustibles al menos en un 6%. Según argumentan, la inflación ha sido el doble de lo acordado hace dos meses, lo que hace imposible mantener el pacto. Además, señalan que el valor del dólar también se ha movido en línea con la inflación, lo que agrava la situación.
El precio de las naftas y el gasoil se ha quedado rezagado en relación a la inflación y al tipo de cambio. Mientras que los precios en los surtidores han advertido un 23%, el dólar ha subido un 41% y la inflación ha alcanzado el 42,2% hasta finales de mayo. En términos reales, el precio de la nafta súper se encuentra un 17,6% por debajo respecto al año anterior y aproximadamente un tercio del precio que tenía hace dos años.
Las petroleras privadas han estado solicitando un ajuste más acelerado en el precio de los combustibles, pero hasta ahora no han obtenido la aprobación del Gobierno. Sergio Massa ha liderado las subas a través de YPF, que es la empresa estatal y tiene más del 50% del mercado, lo que la convierte en una referencia para las demás compañías.
En cuanto a la demanda de combustibles, esto ha alcanzado debido a la alta inflación. En el caso de las naftas, el consumo ha subido un 6% en comparación con abril del año pasado y un 14% en comparación con abril de 2019. En el gasoil, hay una ligera caída del 1% en comparación con abril del año pasado , pero se registra un aumento del 10% en comparación con abril de 2019.
Las estaciones de servicio también han aumentado su preocupación debido a que la inflación ha superado los precios de los combustibles, lo que dificulta la viabilidad de sus negocios. Muchas estaciones son pymes que utilizan entre 20 y 50 personas y no pueden tolerar un aumento del 4% en sus ingresos cuando la inflación es mucho más alta.