Alrededor de 40 mil hogares en Salta dejaron de recibir subsidios en sus facturas de electricidad y gas tras ser dados de baja del programa nacional RASE (Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía) por supuestas inconsistencias en su categorización. Estos usuarios, que ahora deben pagar tarifas sin descuentos, enfrentan incrementos significativos en sus facturas, lo que ha provocado numerosas denuncias ante el Ente Regulador de Servicios Públicos (Enresp).
Según el titular del Enresp, Carlos Saravia, el Gobierno nacional continúa ajustando la segmentación, lo que ha llevado a que muchas familias que estaban categorizadas en el nivel de bajos ingresos (N2) pasen al nivel de ingresos medios (N3) o altos (N1). Este cambio afecta directamente el costo de las facturas, ya que solo los niveles N2 y N3 cuentan con subsidios, siendo el porcentaje más alto para los de menores ingresos.
Saravia señaló que los nuevos criterios aplicados para recategorizar a los usuarios podrían incluir consumos elevados con tarjetas de crédito, la titularidad de vehículos recientes o la posesión de más de un inmueble, pero lamentó que no se haya notificado a los afectados de manera clara.
Mientras tanto, el Enresp logró mantener el subsidio para 27 mil usuarios que no pudieron inscribirse en el RASE por desconocimiento o dificultades en el trámite.
El esquema actual del RASE divide a los usuarios en tres niveles:
- Nivel 1 (N1): Hogares con ingresos superiores a $3.453.051 o que cumplen criterios como tener más de tres inmuebles o vehículos recientes. No reciben subsidios.
- Nivel 2 (N2): Hogares con ingresos menores a $986.586, un solo inmueble y un vehículo de más de tres años. Reciben un subsidio del 71,92% en electricidad y 64% en gas.
- Nivel 3 (N3): Hogares con ingresos entre $986.586 y $3.453.051, hasta dos inmuebles y un vehículo reciente. Obtienen subsidios del 55,94% en electricidad y 55% en gas.
La incertidumbre y la falta de comunicación sobre los cambios en el programa han generado preocupación en miles de familias salteñas que ahora deben ajustar sus presupuestos para cubrir las facturas de servicios esenciales.