En un movimiento inesperado, el presidente Javier Milei decidió convocar a sesiones extraordinarias en el Congreso, incluyendo el tratamiento del Presupuesto 2025. Hasta hace unos días, el Gobierno indicaba que el foco estaría únicamente en la derogación de las PASO y la reforma de la ley de partidos políticos, pero las presiones de los gobernadores y las tensiones en el Congreso cambiaron el panorama.

Funcionarios del Gobierno confirmaron que el Presupuesto será discutido bajo la condición de respetar el déficit cero. Lisandro Catalán, vicejefe de Gabinete de Interior, expresó que la administración busca avanzar con un presupuesto consensuado. Además, dejó abierta la posibilidad de un diálogo con los gobernadores, quienes habían solicitado reunirse con Guillermo Francos, jefe de Gabinete, Luis Caputo, ministro de Economía, y Santiago Caputo, asesor presidencial.

En el Congreso, la oposición intentó frenar el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 846, que permite renegociar la deuda en moneda extranjera sin la intervención parlamentaria. Sin embargo, el oficialismo bloqueó la sesión gracias a la ausencia estratégica de varios legisladores opositores, presionados por sus respectivos gobernadores.

Desde el Ejecutivo se defiende la necesidad de un presupuesto que garantice metas fiscales claras. No obstante, los gobernadores exigen mayores fondos y recursos, ejerciendo una influencia decisiva sobre sus legisladores.

Este cambio en la postura del Gobierno muestra una apertura al diálogo y podría ser clave para destrabar negociaciones. Ahora, todas las miradas están puestas en un posible encuentro entre los mandatarios provinciales y la administración nacional para avanzar en el consenso que permita aprobar el Presupuesto 2025.