El jueves representó un revés para la campaña de Joe Biden. Aunque el dictamen del fiscal que investigó el manejo de documentos clasificados encontrados en sus domicilios privados lo eximió de culpa en el ámbito legal, desencadenó la mayor crisis política de su campaña para la reelección al plantear dudas sobre su salud mental como presidente de Estados Unidos.
La descripción de fallos en su memoria ha golpeado su campaña en un punto crítico: las preocupaciones sobre la edad del mandatario, quien, a sus 81 años, busca ser reelegido por otros cuatro años más. Por la noche, Biden ofreció una conferencia de prensa para responder al fiscal, pero volvió a sufrir un lapsus, lo que aumentó las críticas de los republicanos.
«Si eres demasiado senil para ser juzgado, entonces eres demasiado senil para ser presidente. Joe Biden no es apto para liderar esta nación», declaró Alex Pfeiffer, director de comunicaciones de Make America Great Again (MAGA), el comité que encabeza la campaña de Donald Trump.
El líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, el congresista republicano Mike Johnson, emitió una declaración en la que afirmó que los problemas de capacidad mental señalados por el fiscal hacen que Biden no sea «apto para la Oficina Oval».