El «Proyecto Andes» de YPF forma parte del plan estratégico del nuevo presidente y CEO, Horacio Marín, con el objetivo de concentrar esfuerzos en el segmento «no convencional» y reducir la actividad en áreas de Chubut, Santa Cruz, Mendoza, Río Negro, Tierra del Fuego y Neuquén, debido a la baja productividad de los pozos convencionales en estas regiones.YPF ha encomendado al Banco Santander el proceso de venta de 55 áreas de explotación de petróleo y gas convencionales, buscando focalizarse en la exploración y explotación de recursos no convencionales, particularmente en la formación geológica Vaca Muerta, que se extiende principalmente por Neuquén pero también abarca partes de Mendoza, Río Negro y La Pampa.
El proceso de venta incluye campos maduros o «clusters» de áreas convencionales en varias provincias, donde se espera que operadoras independientes más pequeñas puedan hacer más eficiente la extracción de petróleo y gas mediante técnicas de extracción secundaria o terciaria.Se prevé que estas áreas sean explotadas por empresas independientes enfocadas en optimizar la producción en pozos maduros. El diseño de «clusters» asegura que YPF no retenga solo los pozos menos atractivos. Existe la posibilidad de que los bloques operados por YPF se reviertan a Fomicruz, la empresa provincial, para su relicitación.YPF ha señalado que esta estrategia es parte del plan «4×4» de Marín, con el objetivo de tener empresas más pequeñas operando las áreas convencionales antes de fin de año, mientras la compañía se enfoca en el desarrollo de Vaca Muerta, la principal reserva energética de Argentina.
La producción de hidrocarburos convencionales en Argentina ha experimentado una notable caída en los últimos años, siendo compensada en parte por el aumento en la producción de Vaca Muerta. Este cambio refleja la tendencia global hacia recursos no convencionales debido a la declinación en la productividad de los pozos convencionales.