Un sismo de magnitud 6,2 golpeó una remota región montañosa en el extremo norte de la meseta Qinghai-Tíbet en China, causando la muerte de al menos 118 personas e hiriendo a cientos. Las labores de rescate enfrentan dificultades debido a las bajas temperaturas. Las provincias occidentales de China suelen ser afectadas por terremotos debido a la actividad tectónica.

La región ha movilizado a equipos de rescate en medio de condiciones climáticas extremas. Las muertes reportadas se encuentran en Gansu y Qinghai, con heridos y desaparecidos. Las bajas temperaturas y la altitud representan desafíos adicionales para las operaciones de rescate.