Mariza contó cómo se enteró del accidente en el que murió Juliana Gómez, del dolor de cuando le confirmaron la trágica noticia y de cómo fue la secuencia de la golpiza al dirigente de Merlo que luego falleció: “Nos volvimos locos, pero nunca agarramos un tubo de oxígeno”, aseguró.

Mariza, la mamá de Juliana Gómez, la futbolista de Argentino de Merlo fallecida, habló por primera vez desde la tragedia ocurrida el pasado 8 de agosto cuando la joven murió luego de que el conductor del auto en el que viajaba perdiera el control y sufriera un vuelco en el que la jugadora perdió la vida, lo que provocó una furiosa reacción de la familia, que agredió al chofer, quien finalmente también perdió la vida pocas horas después aunque, según la autopsia, no fue como consecuencia de esos golpes.

La mujer reconoció que tanto ella como el padre de Juliana, Cristian Gómez, y su hijo, de nombre Damián, golparon al conductor del auto siniestrado, Ricardo López, quien además era jefe de prensa de Argentino de Merlo, pero negó que lo hayan impactado en la cabeza con un tubo de oxígeno al ingresar al hospital en el que se encontraba internado tras el accidente: “Nos hacemos cargo, le pegamos, sí, está bien. Pero no agarramos un tubo de oxígeno, somos gente buena, de bien y laburante”, sentenció en radio La Red.

Todas las declaraciones de Mariza, la mamá de Juliana Gómez

  • “Les pido a algunos medios que dejen de revolver el dolor de ambas familias y de decir cosas que no son. Es increíble las cosas que he escuchado, hablo para defender el nombre de mi hija, no somos gente mala, somos gente de bien, laburante”.
  • “De un día para el otro perdimos a mi nena”.
  • “Nahuel, el DT de Juliana, me llamó y me dijo ‘venite para el Hospital de Baradero’ y yo le pregunté qué pasó, él me insistía en que fuera para el hospital y me corta. Ahí llamé a la entrenadora, que es a la única que yo conocía, le pregunté si es verdad lo que se dice o si es joda, pero tampoco me dijo nada y después me llamó Martín Brieva, presidente de Argentino de Merlo, a quien yo no conocía porque nunca fui al club por temas de trabajo y demás, y me dice ‘señora, su hija tuvo un accidente automovilístico’, yo le pido que me mande una foto para saber cómo está, y me dice ‘señora, su hija falleció’”.
  • “Yo entré en shock, empecé a gritar a un punto que mis vecino llamaron a la policía, lo llamo al papá, agarré el auto y me fui a la casa de mis hijos. Cuando llego, nos abrazamos con el padre y dijimos ‘tiene que ser mentira, no puede estar muerta’, nos subimos al auto y fuimos para Baradero”.
  • “Ahí me escribían madres de compañeras de Juli y me decían ‘venite para el hospital’”.
  • “En el camino yo pensaba que ojalá fuera mentira, que se hayan equivocado o exagerado. Yo quería que mi nena esté viva y despues pensé que cuáles habrían sido sus últimas palabra, si me llamó o me gritó”.
  • “Llegamos a Baradero después de dos horas, entré corriendo al hospital, abrí la puerta de donde estaba esa persona que yo ni la conocía (en referencia a Ricardo López, el conductor del auto en el que viajaba Juliana), veo un señor, una señora, sigo de largo y empiezo a gritar dónde está mi hija, eso se ve en las cámaras, ahí me agarran, me dicen que mi hija está en la morgue, yo no lo podía creer, porque yo tengo un hijo mayor que murió hacía 16 años”.

f: TN