La producción de alimentos, incluida la de alcohol, tiene un impacto climático significativo. Sin embargo, esta situación podría cambiar pronto, especialmente con innovaciones como la de una empresa productora de whisky que ha sustituido sus motores de gasolina por otros de energía limpia.

Diageo, la empresa detrás de marcas como Capitán Morgan, está transformando dos de sus plantas en Kentucky e Illinois para que sus calderas funcionen con energía térmica en lugar de gasolina. Esta transición reducirá las emisiones en 17,000 toneladas métricas anuales, el equivalente a retirar 4,000 vehículos de las carreteras. Utilizando baterías RHB300 que almacenan 300 MWh y calefactores eléctricos, las calderas pueden mantener el calor necesario para la destilación, incrementando la producción de manera continua durante 24 horas. Esto demuestra la viabilidad y necesidad de las energías renovables en la industria.