El dirigente opositor venezolano Edmundo González Urrutia denunció públicamente el secuestro de su yerno, Rafael Tudares, ocurrido en Caracas en la mañana de este martes. Según el relato de González Urrutia, el hecho se produjo mientras Tudares llevaba a sus hijos de 7 y 6 años a la escuela. En ese momento, hombres encapuchados vestidos de negro lo interceptaron y lo obligaron a subir a una camioneta color dorado con placa AA54E2C, sin que hasta el momento se tenga información sobre su paradero. La denuncia fue realizada a través de la red social X, donde el dirigente expresó su preocupación por la desaparición de su yerno.
El incidente se enmarca en un contexto de alta tensión política en Venezuela, a pocos días de la asunción de Nicolás Maduro para un nuevo mandato, programada para el próximo viernes 10 de enero. González Urrutia, quien se considera ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio, también tiene previsto regresar al país en esa fecha para asumir lo que considera su legítimo rol como jefe de Estado.
Sin embargo, su regreso no está exento de riesgos. Sobre el dirigente pesa un pedido de captura por parte de la Justicia venezolana, y las autoridades han ofrecido una recompensa de 100 mil dólares por información que conduzca a su arresto. Maduro, por su parte, ha anunciado operativos de seguridad para contener las protestas opositoras previstas durante su toma de posesión.
En un intento por consolidar apoyo internacional, González Urrutia ha visitado recientemente Argentina, Uruguay y Estados Unidos, donde se reunió con los mandatarios Javier Milei, Luis Lacalle Pou y Joe Biden, respectivamente. Asimismo, se espera que regrese a Venezuela acompañado de figuras destacadas de la región, como el ex presidente colombiano Andrés Pastrana.
El secuestro de Rafael Tudares añade un elemento de incertidumbre a la ya compleja situación política y social del país, en un momento crucial para el futuro inmediato de Venezuela.