El hecho ocurrió en un challenger en Francia, por reacción de un rival que no soportó sus actitudes
Corentin Moutet es un zurdo parisino que juega muy bien al tenis. Tiene 23 años, está en ascenso, pero es polémico. Ha tenido actitudes que no fueron muy bienvenidas por sus colegas en el circuito y más de uno se contuvo en alguna ocasión para no perder los estribos. No es el tenis, precisamente, donde los jugadores terminen increpándose duramente o amagando irse a las manos. Se recuerda, entre los argentinos, una discusión fuerte entre Gastón Gaudio y Guillermo Coria en Hamburgo 2003, que después siguió en los vestuarios. O la desmedida reacción de Juan Ignacio Chela al escupir al australiano Lleyton Hewitt, un jugador de carácter poco amigable en aquellos tiempos y que llegó a número 1 del mundo.
Pero con Moutet no se sabe si en algún momento la cuestión terminará realmente mal. Como sucedió este jueves, en el Challenger Open d’Orleans, en un partido por los octavos de final contra el búlgaro Adrian Andreev. Moutet, número 64° del ranking mundial y primer preclasificado, sostuvo un duro encuentro de casi tres horas de duración. La victoria fue para Andreev, en gran reacción, por 2-6, 7-6 (7/3) y 7-6 (7/2). El búlgaro, lejos de festejar, estrechó la mano de Moutet con cierta vehemencia y acto seguido le pegó un pechazo. Pero no como los pechazos que se daban los hermanos Bryan al ganar un partido importante de dobles: un topetazo como para marcar territorio y hacerle saber qué, con él, “estaba todo mal”.
Los aplausos de la gente se transformaron de pronto de reprobación. Moutet, sorprendido, pasó del otro lado de la red y empujó a Andreev. Siguieron así hasta que el umpire, que bajó rápidamente de la silla, los separó. Fue un papelón. Ni siquiera hizo falta un golpe: la reacción de Andreev, de 21 años, 247° del ranking mundial, desató un conflicto que pudo ser peor aún. Claramente llegó al final “cargado” de situaciones de partido. Gestos y actitudes que no le cayeron bien. Precisamente lo que muchos tenistas señalan de Moutet.
El tema no concluyó en la cancha. Más tarde, Moutet posteó en su cuenta de Instagram sobre lo sucedido. Allí acusó a su rival de haberlo insultado dos veces y que “lo esperaba con ansias”, tal como se lo habría pedido Andreev luego del encontronazo. El mensaje sugiere que “el búgaro se escondió detrás de seis guardias de seguridad”.
El mensaje dice lo siguiente: “No quiero disculparme por lo que pasó al final del partido. Cuando un jugador se permite decir ‘jódete’ dos veces mientras me mira a los ojos, no puedo evitar hacerle entender a mi manera que eso no se hace. Aplaudiste a este jugador al final del partido. Tal vez para ti sea aceptable. Para mí no lo es.
“En cualquier caso, me pediste que te esperara a la salida de la cancha. Lo cual hice, por supuesto. Me costó encontrarte durante 10 minutos. Estabas escondido en el otro lado de la cancha detrás de 6 personas de seguridad”.
“He oído tus amenazas, así que cuando salgas de la habitación donde te han escondido me alegraré mucho de que las cumplas. Así que estoy deseando verte, podemos hablar tranquilamente”.
Y agradeció a la organización por el Wild Card recibido: “Simon gracias de nuevo por el WC. Hice lo mejor. Me hubiera gustado ir más lejos para honrarlo. Lo siento”.
f: La Nacion