El plazo para la renovación de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), un grupo paramilitar en Sudán, llegó a su fin este domingo sin señales de su prolongación. Mientras tanto, se está llevando a cabo una gran cantidad de operaciones internacionales de evacuación para sacar a los funcionarios diplomáticos ya ciudadanos de sus países, en medio de un aumento del conflicto en Sudán.
Poco después del vencimiento del plazo, los medios árabes Al Arabiya y Al Hadath información sobre una «tensa calma» en las cercanías del aeropuerto de la capital, Jartum, junto con intentos de enfrentamientos en los alrededores del palacio presidencial. La comunidad internacional está haciendo esfuerzos para tratar de renovar el acuerdo.
El Alto Representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, ha anunciado que se encuentra en conversaciones con el jefe del Ejército, Abdelfatá al Burhan, y el líder paramilitar, Mohamed Hamdan Dagalo ‘Hemedti’, con el objetivo de extender el alto al fuego en Sudán.
A través de su cuenta de Twitter, Borrell informó que había hablado con ambos líderes para iniciar un cese inmediato de las hostilidades y para enfatizar la importancia de proteger a los civiles y garantizar la evacuación segura de los ciudadanos de la UE.
Durante las últimas 24 horas, al menos diez países han iniciado operaciones en tierra para evacuar a sus ciudadanos de Sudán. Entre los países que han emprendido maniobras de evacuación se encuentran Alemania, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Jordania, Irak y Egipto, mientras que otros países como España se encuentran ultimando sus preparativos.
Las fuerzas especiales de Estados Unidos evacuaron a 70 empleados de la embajada estadounidense en Jartum durante la madrugada del domingo, llevándolos a un lugar no revelado en Etiopía.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, anunció a través de Twitter que las fuerzas armadas del Reino Unido habían evacuado al personal diplomático británico ya sus familias. El secretario de Defensa, Ben Wallace, informó que más de 1200 militares estaban involucrados en la operación.
Holanda ha enviado dos aviones Hércules C-130 y un Airbus A330 a Jordania para rescatar a 152 ciudadanos holandeses que se dirigían desde Sudán a un punto de evacuación no revelado.
Por su parte, Italia ha enviado aviones militares a Yibuti, en el Golfo de Adén, para sacar a 140 ciudadanos italianos de Sudán, muchos de los cuales se refugiaron en la embajada. Arabia Saudita también ha evacuado a 157 personas, incluidos 91 ciudadanos saudíes y de otros países.
El gobierno de China ha anunciado que está considerando la evacuación de sus ciudadanos de Sudán y ha abierto una página web para que se registren aquellos nacionales que deseen abandonar el país, aunque aún no ha planteado abiertamente una operación de extracción.
Mientras las potencias mundiales realizaban operaciones de evacuación para salvar a sus diplomáticos de la espiral de violencia, los sudaneses luchaban por huir del caos. Muchos se aventuraron por caminos peligrosos en busca de lugares más seguros o cruzaron la frontera norte hacia Egipto.
El destacado cineasta sudanés, Amjad Abual-Ala, compartió en Facebook la odisea que estaba viviendo su familia: «Mi madre, mis hermanos y mis sobrinos están en camino a El Cairo por carretera a través de Asuán».
Los enfrentamientos entre las fuerzas armadas sudanesas y el poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido han dejado más de 420 muertos, incluidos 264 civiles, y más de 3.700 heridos.
La situación en Sudán es cada vez más complicada y preocupante debido a la lucha por el poder entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido, lo que ha llevado a una escalada de la violencia ya una paralización del transporte y las comunicaciones en el país.
Además, la destrucción de aviones y la inutilización de pistas en el principal aeropuerto internacional ha complicado aún más la situación de los ciudadanos y los diplomáticos extranjeros que buscan salir del país. La situación se agrava con el colapso de la conexión a internet y las líneas telefónicas en todo el país.
Esta lucha por el poder ha frustrado las esperanzas de Sudán de una transición democrática tras la destitución del exdictador Omar al-Bashir y la unión de fuerzas entre los generales rivales para un golpe de estado en 2021.
Las tensiones recientes entre Burhan y Dagalo se originaron después de que se acordara un pacto para incorporar las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en el ejército y avanzar hacia un gobierno civil.