Boeing y la NASA tienen planeado lanzar la primera misión tripulada de la empresa privada a principios de junio, con una fecha tentativa fijada para el 1 de junio, tras varios aplazamientos recientes debido a problemas técnicos.

Desde el 6 de mayo, esta misión ha tenido cinco posibles fechas de lanzamiento.

La agencia espacial estadounidense informó que la nave Starliner intentará despegar desde Cabo Cañaveral, Florida, a las 12:25 hora local (16:25 GMT) el sábado 1 de junio, manejando también como fechas alternativas los días 2, 5 y 6 de junio.

Los ingenieros de la misión están trabajando en una pequeña fuga de helio en el módulo de servicio de la nave de Boeing, que se mantiene «estable», según la NASA. Además, están completando una evaluación del sistema de propulsión para comprender los posibles impactos del sistema de helio en algunos escenarios de retorno de la Starliner.

La última fecha anunciada para el lanzamiento de la misión CFT (Crew Flight Test) era el sábado 25 de mayo, pero la NASA y Boeing informaron el martes pasado que esa fecha ya no estaba en consideración, sin anunciar una nueva fecha.

El 6 de mayo, la Starliner estaba preparada para elevarse hacia la Estación Espacial Internacional (EEI) con los astronautas de la NASA Barry ‘Butch’ Wilmore y Sunita Williams a bordo, desde un complejo de lanzamiento de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral. Sin embargo, el lanzamiento fue suspendido a dos horas del despegue debido a una anomalía en un tanque de oxígeno líquido del cohete propulsor Atlas V de United Launch Alliance (ULA). Esta compañía decidió retirar la nave y el cohete de la plataforma de lanzamiento para cambiar una válvula del tanque de oxígeno, lo que causó un aplazamiento. Posteriormente, se detectó la fuga de helio en el módulo de servicio de la Starliner, lo que retrasó aún más el lanzamiento.

Una vez despegue, la nave Starliner permanecerá alrededor de una semana en la EEI antes de regresar, con un aterrizaje previsto en el suroeste de EE.UU., utilizando un sistema de paracaídas. El éxito de esta misión permitirá a Boeing obtener las certificaciones necesarias para operar como un segundo proveedor de transporte de carga y tripulación a la EEI, similar a SpaceX, tras los millonarios contratos que ambas firmas privadas han suscrito con la NASA.

F: Infobae