Durante el gobierno de Alberto Fernández, los salarios aumentaron, pero la inflación se disparó, dejando a los ingresos rezagados frente al aumento de precios. El salario mínimo pasó de $16.875 a $156.000 en cuatro años, pero para octubre de 2023, una familia tipo necesitaba $345.295 para cubrir la Canasta Básica. La inflación acumulada llegó al 779,2%, mientras que los salarios no pudieron equiparar el ritmo, perdiendo poder adquisitivo frente al alza de precios. En septiembre de 2023, los salarios crecieron un 11,7%, por debajo de la inflación del 12,7%, afectando a todos los sectores laborales y generando una pérdida de poder adquisitivo en comparación con el año anterior.