Javier Milei, recién asumido como presidente de Argentina, recortó los ministerios a 9, eliminando 10 carteras y dejando a empleados en «disponibilidad». Estos trabajadores deben ser reubicados en un plazo que varía según su antigüedad. Aquellos no reubicados serán indemnizados, excluyendo compensaciones por despido y pagadas en hasta tres cuotas. Este proceso podría llevarse a cabo hasta un año, cumpliendo la promesa de reducir el empleo estatal, atrayendo votos en su elección.