Ayer, las estaciones de servicio de Puma y Shell aumentaron los precios de los combustibles en un 12.5%, anticipando posibles incrementos similares en septiembre. Con una inflación del 6.3%, un dólar paralelo cerca de $700 y un tipo de cambio oficial de $365, la licenciataria de Shell, Raízen, realizó el aumento y Puma Argentina se sumó.
La modificación en la cotización del dólar por el Ministerio de Economía generó un retraso de alrededor del 35% en los precios, mientras que la brecha con otros países llegó al 50%. Este aumento causó filas en las estaciones de servicio, excepto YPF, que por el momento no ajustó los precios. Juan Carlos Basilico, presidente de FEC, expresó preocupación por la falta de productos y el temor a un aumento descontrolado, instando a la Federación y a las compañías a tomar medidas urgentes.