Productores autoconvocados de distintas regiones del país han elevado un pedido urgente al Gobierno nacional y a los provinciales para que se elimine la carga impositiva que afecta al sector agropecuario. Solicitan una reunión directa con el presidente Javier Milei, argumentando que los márgenes actuales de rentabilidad son negativos y que el peso de la presión fiscal está llevando al sector a una crisis insostenible. Entre los reclamos, destacan la eliminación de los derechos de exportación, el impuesto a los bienes personales y los anticipos de Ganancias, medidas que consideran imprescindibles para garantizar la viabilidad del agro.

Ariel Bianchi, productor del norte bonaerense, describió el sistema impositivo actual como «esquilmante» y afirmó que las retenciones, que calificó como «un robo», llevan más de 20 años afectando al campo. Estas medidas, que comenzaron como transitorias durante el gobierno de Eduardo Duhalde, hoy se han consolidado con tasas que alcanzan el 33% para la soja, 12% para el maíz y el trigo, y niveles similares para productos como el girasol, la carne vacuna y la cebada.

El reclamo también incluye la eliminación de impuestos provinciales, como Ingresos Brutos, y tasas municipales que, según los productores, no se traducen en servicios concretos. Denuncian que esta presión fiscal, combinada con los altos costos de insumos y maquinaria, asfixia la competitividad y pone en riesgo la subsistencia de pequeños y medianos productores. Alexander Pérez, de Bahía Blanca, advirtió que el sector enfrenta además precios internacionales bajos, un tipo de cambio desfavorable y adversidades climáticas, lo que ha generado un endeudamiento crónico que amenaza la continuidad del agro como motor económico de los pueblos del interior.

Los productores enfatizan la necesidad de una reforma impositiva integral que promueva la igualdad entre sectores productivos y elimine la intervención estatal que, según ellos, favorece a grandes grupos económicos en detrimento de los productores genuinos. En un comunicado, señalaron que la «violencia física y económica» ejercida por el Estado en las últimas dos décadas ha causado quiebras masivas y la destrucción de la economía local basada en principios de mercado. Insisten en que es fundamental readecuar las reglas de juego para que el campo recupere su competitividad y libere su potencial como generador de divisas.

Aunque el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, reconoció el esfuerzo del sector y señaló que cualquier baja de retenciones depende de la sostenibilidad fiscal y las mejoras macroeconómicas, los productores consideran estas declaraciones insuficientes. Insisten en la urgencia de medidas concretas para evitar la desaparición de los pequeños y medianos productores, quienes sostienen la economía regional y nacional. Confían en que una reunión directa con el presidente Milei permita exponer sus necesidades y encontrar soluciones efectivas.

“No podemos seguir hipotecando el futuro de nuestros hijos. Es momento de que el Gobierno actúe y le devuelva al campo lo que le ha quitado durante años”, concluyeron.