El gobierno de Javier Milei anunció la privatización de Belgrano Cargas, una empresa estatal creada en 2013 bajo la presidencia de Cristina Kirchner. Aunque es una sociedad anónima, el 100% de sus acciones pertenece al Estado. Desde que Milei asumió, se han recortado 215 empleados de la empresa, generando un costo de $3.360 millones en desvinculaciones. A pesar de estos ajustes, Belgrano Cargas registró ganancias de $9.067,3 millones en el primer semestre de 2024, gracias en parte a transferencias del Tesoro Nacional.

La privatización cuenta con el apoyo de la Unión Ferroviaria, cuyo líder, Sergio Sasia, ha negociado para asegurar que cualquier futuro concesionario absorba a los empleados de la empresa. Sin embargo, este acercamiento ha generado tensiones con el sindicato de Moyano, que critica las medidas. Mientras tanto, el gobierno planea más recortes en el sector ferroviario, incluyendo a Sofse, la operadora estatal de trenes de pasajeros, que emplea a 23.000 personas y ha recibido transferencias diez veces mayores que las de Belgrano Cargas.

Este proceso forma parte de un plan más amplio de reestructuración del sistema ferroviario estatal, que también incluye el cierre de Trenes Capital Humano y la reducción del 15% de los costos en Sofse. El gobierno busca achicar el tamaño del Estado y aumentar la eficiencia del sistema ferroviario, en línea con su estrategia de ajuste económico.