En una dura carta dirigida al presidente Javier Milei, 68 premios Nobel expresaron su posición frente a las medidas tomadas por el Gobierno sobre la ciencia argentina.

“Vemos con preocupación la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el despido de empleados administrativos del Conicet y otros institutos en todo el país, y la terminación anticipada de muchos contratos el próximo mes. Tememos que Argentina esté abandonando a sus científicos, estudiantes y futuros líderes de la ciencia”, sostuvieron en el texto varios de los principales referentes mundiales de la Medicina, Química, Física y Economía.

En la carta, afirman que “el sistema argentino de ciencia y tecnología se acerca a un peligroso precipicio”, y agregan: “Nos preocupa que la dramática devaluación de los presupuestos del Conicet y las Universidades Nacionales refleje no sólo una dramática devaluación de la ciencia argentina sino también una devaluación del pueblo argentino y del futuro de Argentina”.

En una extensión de dos páginas, sostienen que “el progreso económico y social en las sociedades modernas y la creación de riqueza a partir de los recursos naturales de un país están estrechamente vinculados a una fuerte inversión pública en ciencia y tecnología”.

En ese sentido le pidieron al Presidente: “Le instamos con respeto a que restablezca los presupuestos sometidos a restricciones impuestas recientemente al importantísimo sector científico y tecnológico de su país”.

“Congelar los programas de investigación y disminuir el número de estudiantes de doctorado y de investigadores jóvenes provocará la destrucción de un sistema que tardó muchos años en construirse, y que requeriría muchos, muchos más para ser reconstruido”, advierten.

Y remarcaron: “Si no fuera por la ciencia y los científicos argentinos, las causas y el tratamiento del cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares habrían seguido siendo un misterio durante décadas. Si no fuera por la ciencia y los científicos argentinos, careceríamos del conocimiento y la tecnología que permiten a un país alimentar tanto a su propio pueblo como a gran parte del mundo y establecer el conocimiento básico necesario para políticas efectivas de conservación de la naturaleza”.

“Vemos los muchos avances notables que han llegado a Argentina a través de la historia y la tradición de la ciencia y la tecnología argentinas. ¿Dónde estaría Argentina –y el mundo– sin esta rica e importante historia?”, preguntaron.