El Banco Central (BCRA) ha decidido mantener sin cambios la tasa de política monetaria en un 118% anual, a pesar del aumento significativo de la inflación en agosto, que alcanzó el 12,4%. Como resultado, el rendimiento de los plazos fijos se ha vuelto negativo en comparación con la inflación mensual del 9,7% en agosto.
Las consultoras estiman que la inflación para septiembre será del 12%, un nivel aún elevado. A pesar de esto, el BCRA optó por no aumentar las tasas de interés debido a las implicaciones que tendrían en el costo del crédito, la actividad económica y el déficit cuasifiscal del Banco Central.
Esta decisión plantea un desafío para los inversores, ya que las inversiones en plazos fijos no serán rentables frente a la inflación si esta se mantiene por encima del 10%. El BCRA argumenta que su decisión se basa en las expectativas y la inflación futura, y que la tasa efectiva anual del 209% es positiva en comparación con la inflación anual.
Sin embargo, algunos expertos se preguntan si los ahorristas podrían optar por vender pesos y adquirir divisas, como el «dólar MEP», en lugar de mantener sus posiciones en pesos en plazos fijos.