Uno de los principales objetivos del sistema de salud argentino es mejorar el acceso de la población a los medicamentos, manteniendo un control adecuado y un seguimiento efectivo de los tratamientos. En este sentido, es crucial que la autorización médica de los fármacos deje de utilizar el formato en papel y se convierta completamente en digital.

Con el fin de agilizar este proceso, se ha iniciado la implementación obligatoria de la receta electrónica a través de la reglamentación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23, establecido mediante el Decreto N°345/2024, firmado por el presidente Javier Milei, el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el ministro de Salud, Mario Russo. Este texto fue publicado en el Boletín Oficial.

La receta electrónica será válida para la compra de medicamentos en farmacias, así como para la prescripción de estudios y tratamientos médicos. Esta medida no implica la eliminación de las plataformas digitales existentes en el sistema de salud, sino que busca expandirlas y estandarizarlas.

El objetivo principal de esta medida es mejorar la eficiencia y la seguridad en el acceso a medicamentos y tratamientos. La receta electrónica permite una mayor trazabilidad, desde la identificación del médico que prescribe hasta el seguimiento y control del tratamiento de los pacientes.