La Comisión Europea ha suspendido la comercialización en ese continente de la vacuna contra el Covid-19 desarrollada por AstraZeneca bajo el nombre de Vaxzeria, luego de que la propia compañía farmacéutica solicitara su retirada del mercado el pasado 5 de marzo.
Este cambio legal surge después de que la compañía admitiera que su vacuna contra el COVID-19 puede provocar un raro efecto secundario conocido como síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS), durante una demanda colectiva en el Reino Unido. La admisión se produjo luego de que se presentaran casos de personas que sufrieron graves lesiones después de recibir la vacuna.
Aunque la posibilidad de este efecto adverso había sido mencionada por la compañía en publicaciones científicas anteriores, el reconocimiento en documentos judiciales representa un punto crucial en el caso.
Según informó The Telegraph, AstraZeneca enfrenta una demanda que podría resultar en compensaciones de hasta 100 millones de libras esterlinas (aproximadamente 125 millones de dólares).