El Papa Francisco reflexionó sobre la crisis en Argentina, afirmando que «el problema de la Argentina somos los argentinos». Durante un encuentro con jóvenes de todo el mundo, el Sumo Pontífice exhortó a los ciudadanos a mirar siempre el final del camino y no frenarse a mitad.
Destacó la belleza del país y contó una historia en la que Dios habría dado a los argentinos riqueza en recursos para equilibrar el reparto entre los ángeles. Francisco lamentó que a menudo los argentinos no tienen la fuerza para seguir adelante y cambiar rápidamente cuando las cosas no funcionan, en lugar de perseverar. Recordó los partidos del Mundial de fútbol en los que Argentina tuvo una ventaja inicial, pero se relajó y solo ganó al final por un penal.
El Papa instó a sus compatriotas a mirar siempre el final del camino y perseverar en sus esfuerzos.