Los 27 Estados miembros de la Unión Europea han acordado imponer un undécimo paquete de sanciones contra Rusia debido a su invasión de Ucrania.

Estas medidas se centran en evitar la elusión de las sanciones existentes y prohíben el tránsito de bienes y tecnología que puedan ser utilizados por el ejército ruso o su sector de defensa. También se amplía la lista de bienes restringidos y se prohíbe el acceso a los puertos comunitarios a los buques involucrados en transbordos de carga rusa en alta mar. Además, se extiende la suspensión de las licencias de emisión en la UE para medios de comunicación rusos controlados por el Estado y se congelan los activos de 71 personas y 33 entidades por su implicación en actividades como la deportación ilegal de niños ucranianos a Rusia.

Estas sanciones son una respuesta a la preocupación de los funcionarios europeos por el aumento de la demanda de productos de la UE en países vecinos a Rusia y en otros lugares como los Emiratos Árabes Unidos, Turquía o China. Rusia justifica su guerra contra Ucrania como una cuestión de seguridad y acusa a Occidente de intentar estrangular su economía y socavar su poder.