El Gobierno, liderado por Javier Milei, ha reforzado la centralidad política de la Casa Rosada, mostrando su influencia sobre el Congreso. Durante tres días consecutivos, Milei y su hermana Karina mantuvieron reuniones con legisladores para discutir los objetivos del Ejecutivo. En estos encuentros, el presidente se ha involucrado directamente en las negociaciones de política interna, reafirmando su compromiso con el déficit cero y su rechazo al aumento del gasto público.

El miércoles, mientras la Cámara de Diputados discutía el veto presidencial a la ley jubilatoria, Milei se reunió con senadores opositores «dialoguistas». Estos encuentros se producen en un contexto en el que el Senado se prepara para debatir el financiamiento universitario y un DNU que amplió el presupuesto de la SIDE. Además, se espera que Milei vete cualquier medida que incremente el gasto público, como ya lo hizo con la fórmula jubilatoria impulsada por la oposición.

Milei ha dejado claro su enfoque hacia una política de austeridad, celebrando la confirmación de su veto en Diputados y calificando a quienes buscan aumentar el gasto público como «degenerados fiscales». El presidente ha dejado en claro que el déficit cero es un principio innegociable de su administración, y su intervención directa en el Congreso subraya su determinación de asegurar el apoyo parlamentario a sus políticas.