El presidente Javier Milei presentó ante la Cámara de Diputados un proyecto de ley para implementar el divorcio simplificado en Argentina. Esta propuesta, destinada a los casos de acuerdo mutuo, busca eliminar la necesidad de un juicio, reduciendo los costos y tiempos del trámite, y «respetando la voluntad individual» de las partes involucradas.

El titular del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, cuestionó por qué el divorcio necesita un proceso judicial, mientras que el casamiento se puede realizar en un registro civil. Con esta nueva modalidad, se plantea un procedimiento administrativo sencillo, similar al del casamiento, para los divorcios no contenciosos, sin la intervención de abogados ni largas negociaciones.

El Ministerio de Justicia, encabezado por Mariano Cúneo Libarona, redactó el proyecto, que también cuenta con las firmas del presidente Milei y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Según explicaron, los divorcios judiciales sobrecargan el sistema judicial y generan costos para los contribuyentes, por lo que este mecanismo permitiría una disolución matrimonial más eficiente y económica.

El nuevo sistema se tramitaría en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas, transformando el divorcio en un trámite administrativo. Según el Ministerio de Justicia, este tipo de procedimiento ya es utilizado en países como Brasil, Portugal, Italia, Japón y Rumanía.