En un periodo de transformación sin precedentes impulsado por los avances en inteligencia artificial, especialmente en grandes modelos lingüísticos (LLM), el reciente informe «Future of Work» de Microsoft ofrece perspectivas sobre cómo estas tecnologías están redefiniendo las prácticas laborales. El enfoque principal del informe está en la integración de LLM en diversos ámbitos laborales, destacando tanto el potencial productivo como los desafíos inherentes a esta transición.
Según Microsoft, las herramientas basadas en LLM pueden «mejorar significativamente la productividad en tareas comunes de trabajo de información», permitiendo a los usuarios completar tareas de escritura comunes un 37% más rápido y con una calidad superior en más del 40% en proyectos de consultoría simulados. El informe también señala que los LLM facilitan la adquisición de conocimientos especializados, aquellos que solo se obtienen con el tiempo y la experiencia, en todos los niveles.
Sin embargo, esta aceleración puede ir acompañada de una «moderada disminución en la corrección», ya que los LLM también pueden cometer errores. Esta dualidad destaca la necesidad de desarrollar intervenciones centradas en el usuario que faciliten y agilicen el trabajo mientras se mitigan los inconvenientes.
Más allá de la productividad, la implementación de LLM en el trabajo implica una reconfiguración de habilidades y competencias. La capacidad de «aplicar análisis críticos y evaluar la información generada por LLM» se vuelve cada vez más crucial a medida que la generación de contenido por parte de la IA ocupa un papel preponderante. En este contexto, competencias como la «creatividad, el liderazgo y la inteligencia emocional» adquieren un valor añadido significativo en el entorno laboral, marcando una transformación en las habilidades valoradas.