Los candidatos presidenciales de México cerraron sus campañas el miércoles, anticipando las elecciones del domingo en las que Claudia Sheinbaum, la candidata oficialista, lidera las encuestas. De ganar, Sheinbaum se convertiría en la primera mujer en gobernar el país. México celebrará sus comicios más grandes, con más de 20,000 cargos en disputa, incluyendo la renovación de ambas cámaras del congreso nacional, la jefatura de gobierno de Ciudad de México, ocho gubernaturas y numerosos cargos locales. Sheinbaum, exalcaldesa de Ciudad de México y científica, promete «continuidad con cambio», abordando temas como energías renovables, seguridad y corrupción, mientras que su principal rival, Xóchitl Gálvez, está rezagada en las encuestas.

Las elecciones han estado marcadas por la violencia, con 22 candidatos asesinados desde septiembre, incluido el aspirante a alcalde Alfredo Cabrera. El presidente Andrés Manuel López Obrador describió las votaciones como un referendo sobre su gobierno, el cual ha priorizado programas sociales para los más pobres, consolidando su popularidad. Tanto Sheinbaum como Gálvez han prometido abordar problemas persistentes como el bajo crecimiento económico, la crisis de desaparecidos, extorsiones, robos en rutas y altos niveles de impunidad, que podrían afectar la relocalización de empresas estadounidenses.