La reciente habilitación para la venta de analgésicos y antiácidos en kioscos ha generado opiniones divididas entre los salteños, mientras que el sector farmacéutico critica la medida, argumentando que estos medicamentos deben ser recetados y orientados correctamente.
En un sondeo realizado en Salta, los jóvenes fueron los principales defensores de esta alternativa, destacando la conveniencia y accesibilidad de los kioscos. “Generalmente al kiosco, porque queda más cerca y es más accesible, como un Tafirol, Actron o Buscapina”, comentó un joven.
Por otro lado, algunos adultos mayores expresaron sus reservas. Una señora señaló: “Yo que soy hipertensa, no. Prefiero ir a la farmacia, donde me pueden asesorar. Pero mis hijos sí, siempre compran algún calmante por dolor de cabeza o estómago”.
En general, los kioscos parecen ser la opción favorita de los jóvenes por la practicidad, mientras que otros prefieren la seguridad de las farmacias, especialmente para medicamentos que puedan requerir más cuidado. La medida, aunque controversial, pone de relieve la importancia de mantener un balance entre accesibilidad y orientación médica adecuada.