Luego de semanas de alta exposición por su situación conyugal con Wanda Nara, el atacante cumplió la actuación más destacada desde que llegó al club

Para quien llevaba más de una década en la primera división de Europa, transitando por el gran escenario que significan las ligas de Italia y Francia, recalar en la Superliga de Turquía implicaba salir un poco del gran ojo mediático del fútbol. Una exposición pública que, en el caso de Mauro Icardi, en las últimas semanas estuvo preferentemente ocupada por sus contingencias conyugales con Wanda Nara.

Pero este sábado, Icardi volvió a la centralidad futbolística y su condición de muy buen goleador trascendió las fronteras de Turquía. En el clásico de Estambul, ciudad que vive el fútbol con una encendida fogosidad, el delantero argentino, con dos estupendas definiciones, le dio el triunfo 2-1 a Galatasaray sobre Besiktas.

En su sexto partido oficial, Icardi redondeó su producción más destacada. Hasta aquí había convertido un solo gol, en el 2-2 frente a Alanyaspor. Retomó su condición de gran definidor a un toque en el área. Marcó el 1-0 con un furioso zurdazo al ángulo, tras retrasarse para recibir una asistencia de cabeza de Baris Yilmaz.