En un esfuerzo por mejorar las cuentas públicas y atraer inversiones privadas, el ministro de Economía, Luis Caputo, avanza con un plan clave: la privatización de empresas bajo control estatal. Con el respaldo del presidente Javier Milei, quien ha destacado la intocabilidad de Caputo y su sobrino, el asesor especial Santiago Caputo, el gobierno ya ha reglamentado los capítulos sobre privatizaciones de la Ley Bases.
Luis Caputo y su equipo están trabajando en los informes que presentarán propuestas para la privatización de varias empresas. Uno de los primeros casos es el de la metalúrgica IMPSA, una compañía con más de un siglo de historia, pero actualmente endeudada. El futuro propietario de IMPSA podría ser la empresa estadounidense ARC Energy, que se destaca en el sector de equipamiento para oil & gas. Este será un primer paso significativo en la era de privatizaciones bajo la administración Milei. Entre las empresas que podrían ser privatizadas se encuentran Energía Argentina (Enarsa), Intercargo, AySA, Belgrano Cargas, Sociedad Operadora Ferroviaria (SOFSE), Corredores Viales, Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA) y Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT). La lista podría ampliarse si más empresas públicas se transforman en Sociedades Anónimas, facilitando así su privatización. La Agencia de Transformación de Empresas del Estado, liderada por Diego Chaher, tendrá un rol crucial en este proceso, gestionando las privatizaciones y asegurando que los procedimientos cumplan con los requisitos establecidos.
Los informes sobre las privatizaciones deberán incluir si la venta será total o parcial y justificar la decisión. También deberán considerar opciones alternativas, como la transferencia de la titularidad, la disolución de entidades jurídicas, o la venta de activos. Además, se especificará el método de privatización, desde la venta de activos hasta la concesión, así como los plazos y procedimientos de selección de compradores. Estos informes se enviarán a la Bicameral del Congreso encargada de supervisar las privatizaciones, aunque aún no está constituida por completo. Fuentes cercanas al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, sugieren que este no es un asunto prioritario para el oficialismo, que se enfocará primero en la Ley Hojarasca. La relación política entre Javier Milei y el expresidente Mauricio Macri influye en la dinámica de las privatizaciones. Macri ha expresado críticas sobre la falta de equipos técnicos en el gobierno actual y ha sugerido que su partido, el PRO, tiene la experiencia necesaria para implementar políticas públicas efectivas. Macri ha señalado que si bien Milei tiene buenas intenciones, carece de la experiencia necesaria para llevar a cabo estas reformas, especialmente en áreas clave como transporte y la hidrovía.