El gobierno encabezado por Javier Milei ha tomado la decisión de revisar exhaustivamente los gastos del Estado, focalizándose esta vez en los subsidios otorgados al trigo, los cuales mantenían estables los precios del cereal y sus productos derivados. Este movimiento se da en medio de un notable incremento en el precio internacional del trigo debido a una fuerte sequía que afectó las cosechas en el año 2023.
En esta línea, el Ministro de Economía, Luis Caputo, ha eliminado el Fondo Fiduciario Público conocido como «Fondo Estabilizador del Trigo Argentino», creado mediante el Decreto 132 con fecha 19 de marzo de 2022 por el entonces Secretario de Comercio, Roberto Feletti, durante la administración de Alberto Fernández.
El propósito inicial de este fondo era mitigar los efectos de la sequía y la consecuente alza en el precio internacional del trigo, mediante subsidios a los molinos harineros argentinos para evitar aumentos en los precios de este insumo básico. Sin embargo, la falta de transparencia en la asignación de estos fondos suscitó críticas, considerando la medida como un favorecimiento a los intereses cercanos al poder.
Como parte de la revisión de lo que el gobierno libertario considera como «cajas negras de la política«, se ha optado por dar de baja este Fondo. Según estimaciones internas del área dirigida por Caputo, desde su creación, el Fondo del Trigo ha gastado aproximadamente 69.000 millones de pesos, sin embargo, la falta de control y seguimiento de estos fondos por parte de la secretaría de Comercio dificulta determinar el destino y la aplicación de dicho dinero del erario público.
Además, este fondo se encuentra entre los nueve órganos fiduciarios priorizados para ser eliminados, de un total de 29 incluidos en el proyecto de Ley Ómnibus por decreto. La meta del oficialismo es generar un ahorro fiscal aproximado de 2.000 millones de dólares anuales, excluyendo este tipo de inversiones del erario público.