Lo ocurrido en Salvador Mazza con la implementación de una tasa de ingreso para vehículos, supuestamente destinada al mantenimiento del pavimento, ha generado gran controversia. Esta medida, que recuerda a políticas de hace dos décadas atrás, busca recaudar fondos sin un control adecuado, provocando indignación entre los residentes y visitantes. Incluso se han compartido en redes sociales tickets que muestran el cobro, añadiendo críticas por su carácter ilegal y su falta de justificación.

El dirigente local Gulvan Ferris criticó duramente la medida, comparándola con la falta de condiciones básicas en las calles de la ciudad. Además, señaló que esta acción parece enfocarse más en recaudar dinero de manera indiscriminada que en mejorar la infraestructura local. A pesar de las críticas y la ilegalidad evidente, las autoridades municipales parecen decididas a mantener esta política, lo que refuerza la percepción de un retroceso en lugar de progreso para Salvador Mazza.

La situación contrasta con intervenciones pasadas que, bajo administraciones anteriores, se enfocaron en obras públicas significativas. Sin embargo, desde la llegada de la nueva gestión municipal, las iniciativas de desarrollo parecen haberse estancado, mientras que las acusaciones de falta de inversión se dirigen ahora hacia el gobierno nacional, generando un clima de incertidumbre y malestar entre los habitantes locales.