En un contexto de creciente desigualdad y dificultades económicas, Argentina enfrenta una realidad sombría que golpea con más fuerza a su población infantil. Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), casi seis de cada diez niños en el país sufren de pobreza, lo que equivale a aproximadamente 5,8 millones de menores en condiciones de vulnerabilidad extrema.
Este incremento de 4,2 puntos porcentuales, en comparación con el 54,2% registrado en el segundo semestre de 2022, señala no solo un empeoramiento en la calidad de vida de estos niños, sino también el crecimiento de un problema estructural que el país lucha por resolver.
La pobreza extrema o indigencia, que afecta a aquellos que no pueden cubrir ni siquiera sus necesidades básicas alimentarias, también ha visto un aumento alarmante, afectando al 18,9% de los niños, representando casi 2 millones de menores.
De acuerdo al último censo realizado por Nación, en Argentina hay 10.079.357 personas que tienen 14 años o menos. Entre ellas, destaca el Indec, el 58,4% sobre pobres. Eso quiere decir que en todo el país hay un total de 5.886.344 niños que viven en hogares (particulares o colectivos) donde no se gana lo suficiente para cubrir el costo de una canasta básica.
En tanto, hay 1.904.998 niños que se encuentran en situación de indigencia, por lo que su situación alimenticia es insuficiente.políticas públicas enfocadas en proteger a los más jóvenes.