El jueves pasado se anunció un aumento del 23,29% en las jubilaciones y la Asignación Universal por Hijo (AUH) a partir de septiembre. Esto resultará en un aumento mínimo de $87,489 sin incluir el bono. Sin embargo, con el bono de $27,000 para los próximos tres meses, ningún jubilado recibirá menos de $114,460.

Luego de las elecciones primarias, el Banco Central elevó el valor del dólar oficial a $365,50 y aumentó la tasa de interés en 21 puntos, lo que equivale a una devaluación del 22,45%. Esto ha afectado la licuación del aumento previsional, que apenas durará un mes, ya que el próximo aumento está programado para diciembre. Esto es preocupante, ya que los precios ya han subido en la misma semana del aumento.

Un asesor previsional, Guillermo Segón, expresó que el impacto de la inflación golpea a los jubilados en dos aspectos clave: alimentos y medicamentos. Dado que el aumento recién se percibirá en la segunda quincena del próximo mes, se espera que la jubilación caiga nuevamente y que los jubilados sufran aún más las consecuencias de la inflación.