La inflación mensual superior al 20% está afectando el poder adquisitivo en Argentina, llevando la jubilación mínima a un valor real más bajo que durante la crisis de 2002. El Gobierno logró un superávit fiscal en enero, principalmente debido a la reducción del gasto en jubilaciones y pensiones, según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino. Esta reducción en el valor real de las jubilaciones y pensiones fue el factor más significativo detrás del superávit financiero del 0,2% del PBI en enero.
Los recortes en los gastos, especialmente en las prestaciones sociales, contribuyeron al aumento del superávit financiero en un 77,2% en comparación con el año anterior. Los ingresos totales disminuyeron un 1,3% interanual, impulsados por la caída de los recursos provenientes de la Seguridad Social y el impuesto a las Ganancias, parcialmente compensados por aumentos en el Impuesto PAIS y los derechos de exportación.