El comando está conformado por Salta y Jujuy, bajo la coordinación de la V Brigada. Participa el Servicio Nacional del Manejo del Fuego. Dos focos que siguen activos: El Angosto de Paraní y Valle Morado.

Bajo la dirección del Ejército Argentino, un comando de emergencia ígnea conformado recientemente por las provincias de Salta y Jujuy, además del Servicio Nacional del Manejo del Fuego (SNMF), lucha contra los incendios forestales en el norte provincial.

El equipo unificado entró en vigencia desde el fin de semana a pedido del Ministerio de Ambiente de la Nación. Su rol es coordinar todos los medios disponibles, optimizar recursos y aunar esfuerzos y criterios de los distintos organismos competentes para trabajar sobre las zonas afectadas.

De esta manera, todo el personal que ya estaba en plena labor pasó a formar parte del nuevo sistema. Actualmente son alrededor de 300 los profesionales, entre brigadistas de Salta, del SNMF, de la brigada Nacional Sur, Córdoba, Jujuy y Parques Nacionales, de Bomberos de la Policía, cuarteles de bomberos voluntarios y baquianos que continúan en los trabajos para la sofocación, verificación y enfriamiento de focos ígneos.

Personal del Ejército se encarga de la infraestructura, coordinación y comanda el control de las necesidades en Orán, donde está la sede y hay reuniones a diario.

«Nos reunimos todos los días con el comandante de esta zona de emergencia, que es el coronel mayor Javier Alberto Palazón, que es el comandante de la V Brigada de Montaña del Ejército Argentino. El recibe los requerimientos, ve como va funcionando todo y hace el seguimiento de la organización de las actividades», explicó el subsecretario de Defensa Civil, Jorge Arce.

Dos zonas

Son dos las zonas con focos activos que tienen una peligrosidad a la que el comando unificado le presta especial atención. Una es en El Angosto de Paraní, cerca de Orán. Si bien en la zona residen comunidades indígenas, los focos de incendio se ubican en los cerros, están dispersos y no representan riesgo para las personas ni bienes. En ese punto trabajan alrededor de 83 bomberos voluntarios de distintos lugares de la provincia y el país.

«Este es un incendio mucho más chico y creemos que en poco días será controlado. Son distintos focos pero la zona afectada allí está entre las 3 mil y 5 mil hectáreas», informó el subsecretario Arce.

El segundo foco está en Valle Morado, departamento de Orán, donde se prosigue con las tareas de combate por tierra y aire, como así también con maquinarias viales a fin de reforzar el trabajo técnico de líneas defensivas para evitar la propagación del incendio a la provincia de Jujuy.

«Es el incendio más peligroso por el tema ambiental. Se lo viene trabajando desde agosto. Fue controlado en su momento en octubre. Tiene una característica y es que está lindante con Jujuy y en cercanías del Parque Nacional Calilegua, entonces se trabaja intensamente para que el fuego no continúe su paso», precisó Arce.

Y aclaró que en ninguno de los dos casos hay riesgo de afectación a población ni viviendas.

Al ser consultado sobre cuándo se estima que pueden sofocar los focos en totalidad, respondió que no hay fecha estipulada, ya que las condiciones meteorológicas, por el momento, no ayudan al trabajo de los brigadistas.

En ninguna de las dos zonas ha llovido en los últimos días. «No estamos pidiendo que la lluvia, algunas tormentas, apaguen el fuego o desactiven los focos, pero sí son necesarias para que los brigadistas puedan trabajar porque la labor es ardua. En la zona del cerro estamos a una temperatura media de 34 grados pero en la zona de incendio son entre 8 y 10 grados más», dijo.

Indicó que es un trabajo muy difícil y que todos ponen empeño. «Están haciendo un trabajo extraordinario, porque es mucha la temperatura, poca la humedad, bastante viento y se tiene que trabajar rápido para que los focos no se expandan», sostuvo.

El 95 por ciento de los incendios son producidos por el hombre, según reportes del SNMF.

Arce precisó que esta es la tercera temporada de una sequedad muy importante en la zona, como en todo el país, lo cual predispone a incendios. «Esto ha hecho que los incendios que siempre se producen en esta zona para esta época, que son pocos, ahora se hayan magnificado por las condiciones meteorológicas», puntualizó.

Y añadió que una vez lograda la extinción total se buscarán determinar los orígenes.

 Un poco de lluvia trajo alivio

Arce explicó que en la zona de Orán hubo precipitaciones los últimos días, lo cual posibilitó que el incendio que se había desatado en la zona de San Ignacio y que ya estaba controlado, se extinga.

Este no es el caso de El Angosto de Paraní y Valle Morado donde no se registran lluvias y, por el contrario, las condiciones son complejas ya que hay temperaturas altas, poca humedad y viento.

Esta es la tercera temporada de sequedad en la zona, lo cual predispone a mayores riesgos de incendios. En la mayoría de los casos son provocados por el hombre.

 

f:El Tribuno