El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Matthew Miller, reveló que Hezbollah ha mostrado interés en un alto al fuego tras sufrir fuertes pérdidas en su cúpula, a raíz de los bombardeos israelíes sobre el Líbano. Este cambio de postura, según Miller, se produce luego de que varios líderes del grupo, incluido su máximo dirigente, Hassan Nasrallah, murieran en los recientes ataques israelíes.

Durante una conferencia de prensa, Miller señaló que Hezbollah ha sido «degradado» no solo en términos de liderazgo, sino también en cuanto a su capacidad armamentística, perdiendo una parte considerable de sus misiles y cohetes. A pesar de esto, el grupo terrorista busca un alto al fuego independiente del conflicto en Gaza, aunque EE.UU. considera que el conflicto en la región no se resolverá sin una tregua en la Franja de Gaza.

El funcionario también apoyó las incursiones israelíes, afirmando que la única forma de alcanzar una paz duradera es reduciendo significativamente la capacidad de Hezbollah. Sin embargo, mostró escepticismo sobre la disposición del grupo a cumplir con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exige su desarme y retirada de la frontera.

Estas declaraciones se producen tras el respaldo del vicesecretario general de Hezbollah, Naim Qasem, al presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, en sus esfuerzos por lograr una tregua, así como el apoyo del ministro de Exteriores libanés, quien afirmó que Nasrallah había aceptado un alto al fuego poco antes de morir en una ofensiva israelí.